Версия для копирования в MS Word
PDF-версии: горизонтальная · вертикальная · крупный шрифт · с большим полем
РЕШУ ЦТ — испанский язык
Задания
i

I. De nuestro Don Manuel me acuerdo como si fuese de cosa de ayer, siendo yo niña, a mis diez años, antes de que me llevaran al Colegio de Religiosas en Renada. Tendría él, nuestro santo, entonces unos treinta y siete años. Era alto, delgado, erguido y había en sus ojos toda la hondura azul de nuestro lago. Se llevaba las miradas de todos, y tras ellas, los corazones. ¡Qué cosas nos decíal Empezaba el pueblo a olerle a santidad; se sentía lleno y embriagado de su aroma.

II. Pasé en el Colegio unos cinco años, que ahora se me pierden como un sueño de madrugada en la lejanía del recuerdo, y a los quince volví a mi pueblo. Ya todo él era Don Manuel; Don Manuel con el lago y con la montaña. Llegué ansiosa de conocerle, de ponerme bajo su protección, de que él me marcara el sendero de mi vida.

III. Decíase que había entrado en el Seminario para hacerse cura, con el fin de atender a los hijos de una su hermana recién viuda, de servirles de padre. Que en el Seminario se había distinguido por su agudeza y su talento pero había rechazado ofertas de brillante carrera eclesiástica. Y cómo quería a los suyos! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres hijos indómitos y sobre todo consolar a los amargados.

IV. Me acuerdo del volver de la ciudad de la desgraciada hija de la tía Rabona, soltera y sin esperanzas, trayendo un hijito consigo. Don Manuel no paró hasta que hizo que se casase con ella un antiguo novio, Perote, y reconociese como suya a la criatura, diciéndole:"Mira, da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo." Y hoy el pobre Perote, inválido, paralítico, tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel, que contagiado de la santidad de Don Manuel, reconoció por suyo no siéndolo.

Ука­жи­те рус­ский эк­ви­ва­лент пред­ло­же­ния из тек­ста в аб­за­це III.

1) Его жизнь со­сто­я­ла в том, чтобы устра­и­вать сва­дьбы, за­щи­щать детей от же­сто­ких ро­ди­те­лей и осо­бен­но уте­шать спив­ших­ся.
2) Его жиз­нью было ми­рить по­ссо­рив­ших­ся су­пру­гов, воз­вра­щать ро­ди­те­лям не­по­слуш­ных детей и осо­бен­но уте­шать пре­бы­ва­ю­щих в пе­ча­ли.
3) Его жиз­нью было не до­пус­кать раз­во­дов, уго­ва­ри­вать ро­ди­те­лей не бро­сать детей и осо­бен­но вы­тас­ки­вать людей из де­прес­сии.
4) Его жиз­нью было устра­и­вать за­му­же­ства для де­ву­шек, ми­рить ро­ди­те­лей, по­ссо­рив­ших­ся с детьми, и осо­бен­но под­дер­жи­вать от­ча­яв­ших­ся.